Tuesday, December 21, 2010

22 de diciembre, no es casualidad.

Dicen que no hay casualidades en la vida, que todo pasa por algo y que tiene una causa, un porqué que muchas veces no alcanzamos a comprender.

Como todos los diciembres decidí tocar su puerta para desear felices fiestas y lo mejor para el siguiente año. Este no fue la excepción, sin embargo mi visita no había sido algo que tuviera planeado, simplemente nacieron en mi las ganas de ir en ese justo momento.

Sin avisar llegué. La luz de la cocina estaba prendida, ella me vió y no pudo ocultar su sonrisa. Mientras se acercaba a la puerta, gritó el nombre de aquel que me hacía regresar año tras año.

La sola idea de que estuviera presente, sobresaltó mi corazón, ese tonto corazón que creía haber dejado atrás el sentimiento y que tan sólo en un segundo comprendió que aún seguía sintiendo.

Él no estaba ahí, pero el efecto era el mismo, estaba con lo que él más ama.

Abrió la puerta y me abrazó con tanto cariño como siempre. Comenzamos a platicar de todo lo que había pasado durante el largo tiempo que nos dejamos de ver. Inevitablemente hablamos de él, de sus planes, de las cosas que está haciendo y llegamos al tema que había tratado de evitar durante un año: Se casa en mayo.

Ella sabía que era algo que me podía doler, pero también que era un tema que no podíamos evitar. Minutos más tarde, decidí partir.
De camino a casa el sentimiento me invadió.

Aún a pesar de tanto tiempo, sigue doliendo lo que nunca fue. Aún cuando ya sabía que el siguiente año se casa, saber el mes en que será el gran evento estrujó mi corazón, ese tonto corazón que aún lo sigue queriendo, que aún extraña lo que un día él le hizo sentir.

Ya en casa, de la nada vino a mi mente la fecha: 22 de diciembre de 2010.

"Coincidentemente" el día en el que un repentino impulso me llevó a su casa sin motivo alguno, era el mismo en el que él cumplía 32 años...

¿Por qué hoy? ¿Por qué sucedió? ¿Por qué no se dió? ...
No hay casualidades en la vida, tan sólo causalidades que quizá aún no alcanzo a comprender.