Saturday, July 31, 2010

La Primera Cita

Subí al décimo piso, toqué el timbre dos veces y otra más toqué la puerta con la mano; después de este último toque efectivo, la puerta se abrió. De inmediato nos miramos fijamente.

Había escuchado su voz 2 o 3 veces vía telefónica, pero no imaginaba su rostro, ni figura. Su cabello güero, ondulado hasta el hombro, medio crespo, enmarcaba sus ojos azules y las pecas de su piel tan blanca. Quizá buscaba en sus ojos esa chispa que me diera la confianza necesaria para abrirme por completo y comenzar a contarle a una perfecta dessconocida lo que pocas personas saben de mi.

Pero en mi cabeza iba con la idea de lo importante que es aprovechar el tiempo y lo costosos que son los minutos, así que me senté frente a ella y separadas por el escritorio comencé a contarle quién soy, mi historia de vida, a lo que me dedico y qué fue lo que me llevó a tomar la decisión de ir a terapia.

La primera pregunta la tenía resuelta: "¿Cuál es tú problema, o qué es lo que quieres solucionar?", muchas horas de #LunesdeCafé han sido dedicadas a este punto, por lo que fue fácil contestar. De mi voca salió el "tengo un patrón en mi vida y no lo quiero más, hace un par de semanas descubrí que el origen del mismo es esto que me marcó hace mucho tiempo".

Comencé a recapitular historias que en algún momento parecieron tener toda lógica y sentido, a reconocer en voz alta los más profundos secretos, me confesé a mi misma pensamientos y sentimientos que preferí callar, sin embargo ella me hizo responder cuestionamientos que hicieron evidentes acciones y elecciones que durante algún tiempo decidí justificar para poder dar rienda suelta a lo que en el fondo sabía que no era la mejor decisión.

Al terminar los 90 minutos, ella resumió en 180 segundos la historia de mi vida y me repitió todo aquello que alimenta este patrón inconsciente que me guía. Ese fue el momento más fuerte: escuchar en voz alta y de la boca de alguien más lo que ya sabía pero que no tenía concientemente identificado.

La consulta terminó, no sin antes decirme que se alegraba de que hubiera tomado la decisión de buscar ayuda y que a mi corta edad aunque yo juraba que había vivido muchas cosas, en realidad eran pocas, por lo que con PNL, Programación Neuro Lingüística, en poco tiempo a través de ejercicios romperé ese patrón.

Pagué, agarré mis cosas y salí caminando de ahí, sabiendo que el primer paso estaba dado.

Nota: Agradezco a mis amigos y a todos aquellos que en algún momento de la vida han escuchado una, y otra y otra vez mis historias, sin cobrarme un sólo peso :)


2 comments:

Anonymous said...

En efecto bruja, es absurdo pensar en pagar para q nos digan lo q ya sabemos, lo q nuestros amigos nos han dicho e incluso repetido varias veces... pero si creo q tener una opinion de un completo desconocido con un toque de teoria y q no sabe mucho de ti vale mucho y no x lo q pagues, sino xq vale la pena atreverse y vaciarse con una tercera persona solo para ajustar 2 q 3 puntos y seguir caminando... Esto te da valor y eso esta bien. Camina sin miedo y vive cada dia como si fuera el ultimo, porque algun dia sera cierto! Para sonreir y ser felices estan l@s amig@s y eso es sin duda de las mayores joyas q elegimos en esta vida! Bonito fin de semana! Liz

Anonymous said...

Incapz sería yo de cobrarle por las "horas de terapia" más cuando yo misma he sido beneficiada de la misma manera... la quiero oiga...
Marisol