El corazón late más rápido que nunca, el temblor momentaneo de las piernas, el sudor de las manos, los suspiros profundos que acompañan las frases memorizadas que no quieres decir, todo esto se repite una y otra vez mientras el reloj marca las diez y ocho horas.
Una lucha en la cabeza donde el "me lo merezco, es una gran oportunidad y vale la pena" te impulsan a hablar.
Los minutos pasan y sigues ahí, siendo animada por quienes saben "El Secreto".
Miras el reloj y no hace aparición.
Cada argumento planeado te da valor para tomar el teléfono y marcar...
Por fin tomas el teléfono, pero el temblor de las piernas te recuerda lo que un "No" significaría no sólo en tú vida, sino en el sueño de alguien más, sin embargo decides colgar y seguir esperando su llegada.
Ha pasado una hora exacta... viernes, con la presión del tiempo, ese tiempo que no vuelve atrás y que encarce cada minuto el objetivo final...
Marcas y escuchas su voz, te das valor, respiras y comienzas a hablar.
Cada uno de tus argumentos son denegados, la mirada se pierde en el calendario, sientes que has perdido la batalla, pero al final escuchas un "pues cómpralo... ya nos arreglaremos".
Incrédula sólo repites "Gracias".
Cuelgas el teléfono y sonriendo volteas con una miráda cómplice a abrazar a ese alguien que vivió contigo los 180 minutos más largos en mucho tiempo.
Nada sale de tu boca... hasta recobrar el aliento sólo pronuncias... "Me voy a Europa"!!!
Friday, July 18, 2008
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