El mundo en el que nos desenvolvemos es un mundo de contactos, de relaciones, en el que el quién eres, qué haces, cómo te ves, cómo te comportas, qué es lo que dices es una carta de presentación frente a los ojos de los demás.
Es común que vayamos a algún lugar y de pronto nos encontremos a alguien o que escuchemos hablar de alguna persona que conocemos, incluso en aquellos lugares en los que jamás imaginamos.
Podría decirse que el mundo en el que cada uno de nosotros nos desenvolvemos es limitado, ya que la gente de la que nos rodeamos frecuenta las mismas escuelas, los mismos restaurantes, las plazas, destinos turísticos, tienen intereses similares, trabajan en las mismas empresas. Aún a pesar de que el círculo del que cada uno nos hacemos va creciendo conforme van pasando los años, este llega a ser siempre entre la misma gente.
En 1929 el húngaro Frigyes Karinthy propuso "La Teoría de los Seis Grados", misma en la que afirma que cualquier persona del planeta está conectada con otra a través de una cadena de conocidos de tan sólo 6.6 personas como intermediarios. ¿Cómo funciona? el número de conocidos que tenemos va creciendo exponencialmene por el número de enlaces que se dan en la cadena. Es decir que si quisieramos ver si tenemos alguna relación con cualquier persona del planeta, tan sólo tendríamos que recurrir al primer eslavón de nuestros conocidos, que son quienes abrirán una amplia gama de posiblidades a través de su red de contactos, ya que son estos quienes sumarán a esta red su cadena de amigos y estos últimos harían lo mismo, sumando así un número infinito de contactos que conectan en tan sólo aproximadamente 6 contactos a una persona con otra en cualquier parte del mundo.
Es por esto que de pronto puede ser tan extraño y por otro lado tan común que nos encontremos en cualquier punto y coincidamos con alguien que nos conoce o que tiene alguna relación con alguien cercano a nosotros, ya que de alguna u otra forma todos estamos interconectados, sin importar que nos movamos en un primer círculo limitado por la clase económica y social.
Con todo lo anterior el tan sonado dicho de las mamás o de las abuelitas tiene sentido: "No hagas cosas buenas que parezcan malas, ni hagas cosas malas que parezcan buenas", ya que nunca sabes qué ojos son los que te observan y a qué oidos llegará el relato de las palabras pronunciadas o de los actos ejecutados.
Esta misma teoría tiene sentido con el mundo de relaciones que se vive continuamente en el ámbito laboral; donde las recomendaciones, las amistades y los contactos son una base fundamental que respalda las capacidades, el talento y el trabajo del recomendado.
La vida da muchas vueltas y el círculo es muy pequeño, es por esto que hay que tener por seguro que en cualquier momento tendremos de fente a esa persona de la que alguna vez escuchamos, a la que alguna vez vimos, de la que alguna vez supimos por alguno de los amigos de nuestros amigos o incluso que ese perfecto desconocido, puede saber más de lo que imaginamos de nosotros.
La teoría de los Seis Grados de Separación, nos permite tener un margen teórico sobre el porqué cada vez que salimos a algún lugar nos topamos con alguien que nos parece familiar... sólo nos queda afirmar que como bien dijo entre risas Mónica Guzmán (mujer a la que seguramente está entre su red de conocidos jaja) "El mundo es un pañuelo... y yo, me estoy sonando en él!!!
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