Señorita Presidenta

No hay tiempo que no se cumpla, ni plazo al que no se llegue...

El fin del diplomado Introducción a la Dirección de Empresas IDEM, respaldado por el IPADE, Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas, llegó y consigo la ceremonia de clausura en la que las palabras, el reconocimiento, los diplomas, el convivio, las despedidas y elegir a una representante de la 2da Generación del Diplomado tuvieron lugar.

Al término de la primera sesión la Directora del proyecto, Imelda Meza, mejor conocida como "Mela", pidió a las alumnas que propusieran a quién tomaría el puesto de Presidenta de la Generación. Un segundo de silencio y de pronto lo supe, dentro de mi había algo que me decía que sería yo. Un segundo más tarde mi nombre al unísono fue pronunciado, apoyado por el voto unánime que me hizo ser la Señorita Presidenta.

La ceremonia de clausura comenzó con un pequeño discurso de mi parte, que resumió la experiencia obtenida en los 4 meses que el Idem duró:

Cada una de nosotras hemos llegado aquí por distintas circunstancis, con expectativas y sueños puestos en este proyecto.

Cada sábado vencimos obstáculos, sacrificamos quizá nuestro tiempo de sueño, nuestra vida social, incluso la convivencia familiar, por estar aquí, aprender y escuchar de la experiencia que maestros y empresarios nos compartieron, incluso como seres humanos, por sacar lo mejor, para ser personas diferentes y mejores mujeres.

A nuestra corta edad, aún cuando las viejas tenemos casi 25 años, tenemos en nuestras manos marcar el cambio, ser mujeres con valores, con creencia, con confianza y poder de decisión.

Hacerlo, seguro que no será sencillo, sin embargo si cada vez nos preparamos más, absorbemos todo eso que podemos aprender de los demás y lo transmitimos, se replicará y estaremos más cerca de lograr el gran sueño de tener un país y un mundo mejor.

Como alguna de nuestras clases nos lo dijeron: "La diferencia entre un sueño y una realidad es hacer las cosas, tomar la decisión".

Ayer tuve la oportunidad de escuchar los proyectos de estudiantes universitarios que soñaron hacer algo por marcar la diferencia, por hacer algo que ayude a cumplir los objetivos del Milenio nombrados por la ONU, como el medio ambiente, educación, salud, entre otros.

Fue una gran sorpresa escuchar a jóvenes no mayores de 20 años presentando proyectos para ayudar a personas con capacidades diferentes, haciendo uso de la tecnología.

Los ganadores del viaje a Egipto, de la Universidad Panamericana, presentaron un sueño, la rehabilitación de niños con capacidades diferentes a través de un software que se calibra con un guante rojo y permite que te veas virtualmente en la pantalla y así puedan con juegos como rompecabezas, burbujas mejorar sus movimientos psicomotrices.

Otro proyecto ganador fue el del Premio Teletón, que presentaron universitarios del Tec de Monterrey para ayudar a los niños que usan silla de ruedas. Con un videojuego que simula el sistema planetaro, a través de su silla recorren el camino y de esta manera les enseñan a manejarla y aplicar la fuerza necesaria dependiendo del camino. Este videojuego será profesionalizado en los 13 CRITs de Teletón a lo largo de la República.

Estos niños creyeron en sus sueños, tomaron la decisión y lucharon por hacerlos realidad.

Para mi, cada una de ustedes es una mujer con sueños, pero sobre todo con decisión, por lo que no dudo que nuestros objetivos y metas las llevaremos a cabo. No olviden que en los momentos de decisión se forjan los destinos, y yo confío en el suyo.

El IDEM es un semillero de personas con talentos, que nos brinda la oportunidad de relacionarnos, de aprender a enfrentar problmas y encontrar soluciones, nos enseña a escuchar, a pensar en los demás, a ser socialmente responsables, a buscar objetivos, a ser puntuales y constantes , a valorar la comunicación, a luchar por lo que soñamos y comprometernos con todo lo que hacemos.

En México 2 de cada 10 personas tienen acceso a la educación superior, es decir el 30% del país tienen la oportunidad de estudiar una carrera.

Es por esta razón que al salir de aquí tenemos una gran responsabilidad, la de ser mejores, de aprovechar de la mejor manera la bendición de ser parte de este 30% del país que tienen la oportunidad de estudiar una carrera, pero sobre todo aprovechar de nuestra condición de mujeres para ser líderes como las tantas que nos visitaron y nos compartieron de sí cada semana.

Finalmente las exorto a seguir el modelo de Heidi Ross, de hacer de nuestra relación no sólo algo que se quede entre cuatro paredes, sino una amistad, un lazo que el día de mañana cuando cada una de nosotras tenga su empresa o seamos ejecutivas clave, nos miremos y disfrutemos del camino que pasamos para alcanzar nuestras metas, ser mujeres felices y exitosas en lo que hacemos.

El discurso de la Directora y del Representante del IPADE, prosiguieron, la entrega de diplomas a cada alumna y la frase final con la que me quedo:

"Seamos mujeres de éxito grande"