Esa mañana me tomé el tiempo para despertar con calma.
Abrí los ojos, me estiré y sonreí.
Acostada en la cama tomé el celular y entré a facebook.
Encontré fotografías de mis amigas de la primaria, a quienes dejé de ver hace mucho tiempo. Quedé impactada al saber que algunas se habían casado, que otras habían dejado todo para viajar por el mundo y encontrar el amor en lugares jamás imaginados.
Abrí los ojos, me estiré y sonreí.
Acostada en la cama tomé el celular y entré a facebook.
Encontré fotografías de mis amigas de la primaria, a quienes dejé de ver hace mucho tiempo. Quedé impactada al saber que algunas se habían casado, que otras habían dejado todo para viajar por el mundo y encontrar el amor en lugares jamás imaginados.
Le hablé a una de mis amigas de toda la vida para contarle el shock en el que me encontraba por el tema de las bodas, reímos por la boba preocupación que me estaba entrando y acordamos planear las próximas vacaciones para ser encontradas por "el hombre de nuestras vidas". Desayuné con mis papás y mi hermana, platicamos de nuestra semana y finalmente, como siempre contra el tiempo, me arreglé para llegar a la cita.
De pronto, no veía nada. Sólo recordaba con detalle lo que había hecho esa mañana.
Escuchaba voces que me decían "estás cruzando", "camina hacia la luz".
Me-Moria
Acostada en posición fetal comencé a recordar todas las cosas buenas que viví a lo largo de mi vida. Venían a mí memorias de los mometos más significativos con mi familia, amigos, personas que de una u otra manera han sido importantes; tantas risas, muestras de cariño, logros personales, profesionales, viajes... Mientras las lágrimas corrian sin parar por mi rostro.
Me-Moria
Acostada en posición fetal comencé a recordar todas las cosas buenas que viví a lo largo de mi vida. Venían a mí memorias de los mometos más significativos con mi familia, amigos, personas que de una u otra manera han sido importantes; tantas risas, muestras de cariño, logros personales, profesionales, viajes... Mientras las lágrimas corrian sin parar por mi rostro.
El entierro
Con un sabor seco, flores entre mis manos y con el cuerpo cubierto, escuchaba el llanto de aquellos que sufrían mi muerte. Estaba tranquila, pero me daba tristeza escucharlos así y no poder decir nada para calmarlos y hacerles saber que a pesar de todo estaba bien.
Negación
Todo sucedió inesperadamente, sin previo aviso. Tenia en mis manos el regalo más preciado, la vida, y me fue arrebatado de las manos sin oportunidad de nada más. Nadie me preguntó si estaba lista, si quería morir, si era tiempo ó si había hecho todo lo que quería hacer; sólo venía a mi cabeza "esto no me está pasando a mi".
Ira
Quería que me despertaran de esa pesadilla, ¿a quién se le había ocurrido hacerme esa mala broma? Sin embargo no estaba enojada, sólo pensaba "me faltó tiempo", "fue muy pronto", "quería viajar más", "debí haberme ido a vivir a otro país", sin embargo estaba consciente que no importaba el tiempo de más que hubiera tenido, siempre hubiera sido poco.
Aceptación
Comencé a sentir ligero mi cuerpo, y me dejé llevar por el viento. Recuerdo perfecto esa sensacion de paz al soltar, al dejar de aferrarme y dejarme caer confiando en que todo iba a estar bien. Ya no había dolor, ya no había lamentos, sólo bellos recuerdos, agradecimiento por lo que fue y una inmesa sensación de libertad y tranquilidad que me llevaron finalmente a la luz.
Hoy sé que he tenido una vida feliz, llena de momentos y experiencias increibles, que he estado rodeada de personas que me han dado grandes lecciones y que han dado sentido a cada uno de mis días. Me siento tranquila de haber demostrado y haber dicho a cada persona lo mucho que los quiero y lo importantes que han sido en mi vida. Estoy tranquila con cada una de las decisiones que he tomado, ya que fueron tomadas pensando en que eso era lo que en su momento quería, me hacía feliz y en que era la mejor opción. No me arrepiento de nada, ya que las consecuencias de todo eso me hace ser quien soy.
Pongo todo en la balanza y me doy cuenta de las cosas que verdaderamente tienen importancia, como el disfrutar de la familia, de los amigos, conocer, reir, simplemente ser feliz. ¿Porqué mal gastar el tiempo en peleas absurdas, en detalles sin importancia? ¿Porqué limitarse y ponerse el pie a uno mismo? ¿Porqué pasar tanto tiempo encerrado pudiendo disfrutar de lo que hay afuera? ¿Por qué reprimirse y no hacer lo que realmente quieres hacer?
Si nos hiciéramos conscientes que tenemos el tiempo contado, de que al dar vida a una opción damos muerte a otra posibilidad que muy posiblemente nos cambiara por completo el rumbo, que cada día es uno menos; reiríamos más, disfrutaríamos cada minuto, nos levantaríamos de mejor humor, no pelearíamos por tonterías, no viviríamos tanto tiempo a dieta, diríamos lo que pensamos, expresaríamos abiertamente nuestros sentimientos y no postergaríamos más los planes que tanto anhelamos.
Si nos hiciéramos conscientes que tenemos el tiempo contado, de que al dar vida a una opción damos muerte a otra posibilidad que muy posiblemente nos cambiara por completo el rumbo, que cada día es uno menos; reiríamos más, disfrutaríamos cada minuto, nos levantaríamos de mejor humor, no pelearíamos por tonterías, no viviríamos tanto tiempo a dieta, diríamos lo que pensamos, expresaríamos abiertamente nuestros sentimientos y no postergaríamos más los planes que tanto anhelamos.
Experiencia altamente recomedable:
Cosas que sólo de muertos se saben
http://sensorama.com.mx/estamos2.html
1 comment:
Que tal !!! Me gusto mucho y aunq fuerte definitivamente tenemos q ver asi la vida. No pensar tanto el manana o el futuro xq no sabemos si llegaremos, tomar decisiones y hacer todo q querramos y seguir nuestros suenos y sobre todo hacer tooodo lo posible por distrutar la vida y a la gente que nos rodea al maximo !!!
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